Teagan Presley

Teagan entró en el porno por la puerta de atrás pero pronto llamó la atención. Con solo 18 años ya realizaba anales, dobles penetraciones e interraciales de esos dos tipos con negros que podrían derruir un edificio con su pene. Esta versatilidad y falta absoluta de escrúpulos unido a su aspecto de vecina de al lado normal y corriente, de pelo castaño, pecho pequeño y sonrisa pícara puso de rodillas a miles de pornófilos que se declararon fans de por vida de esta Afrodita renacida. Apenas siete meses después de su debut Digital Playground la fichaba con un irrechazable contrato por tres años.

Y ahí se produjo su metamorfosis: pocos meses después de firmar se aumentaba el pecho, se teñía de rubio y se apuntaba a un solarium para cultivar el aspecto de la clásica pornstar americana, y además se dedicaba a rodar escenas más suaves y genéricas. Miles de fans se desdijeron de su amor incondicional por esta nueva víctima de la industria, pero lo bueno del porno es que seas como seas siempre va a haber alguien que se la machaque contigo. Su masa de seguidores se renovó, componiéndose de aquellos más inclinados a la estética más conservadora del porno, la de la silicona, la laca y la sombra de ojos, pero hay quien asegura que este fue el peor error de su carrera. Tras dos embarazos y sendas pausas de varios meses, Digital Playground despedía a Teagan, que tuvo muy difícil encontrar trabajo debido a sus condiciones de no volver a hacer sexo extremo ni rodar con nadie que no fuese su marido. A esto le siguieron varios fracasos sentimentales y tres nuevos aumentos de pecho (subastó los primeros en eBay y donó los beneficios a una asociación contra el cáncer de mama), mientras rodaba alguna que otra escena y bailaba en clubes de striptease.

Tras fundar su propia productora, Skinworxxx, Teagan ha seguido apareciendo en escenas puntuales y algunas revistas, aunque actualmente se dedica exclusivamente al porno lésbico.