Ron Jeremy

Una leyenda viva, el actor porno masculino más popular de todos los tiempos. Un hombre que de joven cumplía los estándares estéticos del cine X de los 70 y 80 (esto es, ser peludo, llevar bigote y tener un pollón importante) y que con el paso de los años fue tomando un rol más de gurú de la industria, de feo simpático que se zumba a las mujeres más bellas, de ídolo de los pornófilos.

Ron nació y se crió en el barrio neoyorkino de Queens; allí finalizó el instituto y luego fue a la universidad para cursar su licenciatura en educación especial. Cuando se graduó dio clases a niños discpacitados intelectuales y algún tiempo después decidió dejarlo para tratar de convertirse en actor.

Pasando hambre como actor, finalmente tuvo que acceder a una propuesta para trabajar en el porno (su novia de aquel entonces había enviado una foto suya desnudo a la revista Playgirl y le llovieron las ofertas), de donde no saldría jamás, rompiendo incluso las barreras de la industria y apareciendo en películas convencionales, televisión, música, videojuegos y publicando sus memorias. Más de 2.000 películas porno y 15.000 amantes de cama (algunas tan célebres como Traci Lords, Ginger Lynn o Nina Hartley) contemplan su trayectoria, un éxito que debe en gran parte a su enorme pene de casi 25 centímetros, tan largo que consigue practicarse la legendaria autofelación.