Monica Roccaforte
«Cuando te dedicas a la pornografía te das cuenta de que tienes que dar lo mejor de ti». Esto manifestó cuando estaba en activo la estrella del porno húngara Monica Roccaforte, palabras que siempre llevó a la práctica durante su corta carrera (2009-2011). Aunque a pesar de su breve filmografía, Monica alcanzó un gran renombre de la mano del director y productor italiano Mario Salieri, que muy pronto advirtió su potencial y la hizo partícipe de sus películas más destacadas. Más tarde alcanzaría la condición de actriz de culto. Monica cumplía perfectamente con el arquetipo de pornstar del aclamado director: belleza, curvas naturales pronunciadas y mucha entrega y personalidad frente a la cámara.
Tanto los aficionados al porno más veteranos como el público joven más curioso habrán visto u oído hablar de una de las películas más famosas de la historia del porno,»El Confesionario», que provocó mucha polémica en la época que se lanzó debido a que fue rodada dentro de una parroquia. De su reparto formaba parte una joven Monica Roccaforte que interpretaba a una bellísima feligresa que elevó la temperatura de los espectadores hasta cotas insospechadas. Por su puesto, Salieri también la incluyó en otras de sus aclamadas cintas, como «Stavros 1 y 2», «Fuga de Albania», «Nápoles», «Incesto», «Mago» e «Infierno», entre otras.
Recordemos que Monica fue una de las musas habituales del cineasta y, salvo algunos trabajos para la productora Private, toda su carrera la llevó a cabo bajo sus órdenes. Muchos de estos films en los que participó Monica son valiosos documentos, no solo para disfrutar de escenas excitantes, sino que también son testimonios de una época en la que en el porno también había sitio para la crítica de los valores imperantes.