Melo Imai
Pese a su juventud, la intensa vida de Melo Imai da para una gran novela, una película y varias secuelas. De hecho, Melo publicó una autobiografía después de haber pasado por numerosos avatares durante su vida. Para aquellos que no la conozcan, dilucidamos sus antecedentes y narramos algunos de los episodios vividos por esta hermosa nipona.
Melo fue entrenada por su padre bajo una férrea disciplina militar durante su infancia para ser una de las mejores en la práctica del snowboard. Ella y su hermano entrenaban hasta 18 horas diarias, y cuando terminaron la escuela secundaria, su padre hizo que dejaran los estudios para centrarse completamente en el snowboard. Imai ha manifestado que envidiaba a las demás chicas de su edad por tener la posibilidad de llevar una vida ordinaria, y que llegó a sentirse tan mal que intentó suicidarse cortándose las venas.
Pese a todo, ella terminó participando en los Juegos Olímpicos de Turín de 2006, pero la fortuna no le sonrío y llegó última a la meta tras lesionarse de gravedad. Al regresar a Japón sufrió una humillación publica, con titulares en los periódicos donde se decía que había sido una vergüenza nacional. Más tarde declaró que para muchos deportistas los Juegos Olímpicos son la cima de su carrera, pero para ella había sido como una pesadilla. Melo sufrió otra depresión y abandonó el deporte.
Frustrada, desengañada y con problemas económicos, Melo comenzó a trabajar en bares, como modelo en revistas pornográficas y más tarde, en el 2017, debutó en el porno con el título «Snow Drop». Afortunadamente le cogió el gusto a la nueva profesión y se convirtió en una estrella porno de Japón. Sin embargo, su carrera pornográfica fue corta, puesto que decidió volver a practicar Snowboard de manera profesional, presentándose a los campeonatos de su país y proclamándose campeona. La alegría no fue plena, puesto que quiso participar en las olimpiadas de Invierno de PyoengChang, pero no consiguió la plaza.