Megan Rain

Siempre se dice que Messi y Cristiano Ronaldo son los futbolistas del futuro, los primeros de una raza superior de deportistas que serán los que dominen la competición de élite en los próximos años gracias a una mezcla letal de talento, un físico privilegiado y una preparación sin fisuras. Megan Rain es, según ese criterio, una pornstar del futuro: jovencísima, guapísima y atrevida hasta niveles extremos, una alumna aventajada de la reina del gaping y la acrobacia con esfínter Hot Kinky Jo que ha llevado sus enseñanzas en la cuestión de la perrería anal al gran público del porno americano.

Amiga de un actor porno gay, Megan decidió llamar a las puertas de la industria solo un mes después de cumplir los 18 años para demostrar todo lo que había aprendido con el pervertido de su novio. En el primer cásting ya dejó bien claro que iba muy en serio, así que ese mismo día firmó con una agencia de modelos y el encargado de representarla no dejó de recibir llamadas.

Más de 70 escenas en el primer año de carrera es una cifra absolutamente delirante y al alcance de muy pocas, máxime si se tiene en cuenta que Megan realiza anal y doble penetración prácticamente desde el primer día. Su vocación por el sexo filmado es casi tan profunda como sus orificios y está considerada una firme candidata a entrar en el salón de la fama del porno el día en que decida colgar los zapatos de tacón.

De momento ya ha obtenido reconocimiento diverso: amén de numerosos premios a sus escenas en los AVN Awards, a finales de 2016 Megan fue elegida por los lectores de Orgasmatrix como la mejor pornstar de aquel año. Un merecidísimo laurel simbólico que, nos ha dicho por redes sociales en petit comité, recibió con mucha alegría.