Max Hardcore

Con ese nombre tan épico y a la vez barato queda perfectamente retratado uno de los personajes más inquietantes del porno. Si a muchos Pierra Woodman ya les hace torcer el morro, lo de este cincuentón con apariencia de septuagenario les va a incomodar. Se trata de uno de los pioneros del porno gonzo y uno de los cineastas que más al extremo han llevado su trabajo.

Especializado en follarse a jovencitas al límite de la legalidad, siempre ha jugueteado con el tema de la edad, haciendo parecer a sus chicas mucho más jóvenes aún. De hecho en algunas películas arias de ellas aseguran tener 12 años, lo cual es evidentemente falso pero no deja de pellizcar un poco la conciencia. Sus prácticas están centradas en lo anal, pero Max tampoco hace ascos a cosas como la humillación, la lluvia dorada o el fisting, siempre como parte activa del acto. Se le puede ver hasta escupir flemas en la boca de sus chicas.

Incluso algunos críticos especializados en porno desaprueban los extremos de degradación que surfea Max sin pestañear, y está claro que en Estados Unidos alguien con estas tendencias siempre será muy vigilado. Prueba de ello es su detención en 2005 con cargos de obscenidad, teniendo que cumplir dos años y medio de cárcel hasta que en julio de 2011 fue liberado y aseguró que los vicios habían secuestrado su voluntad. El pervertido más inmisericorde del porno americano, el hombre que dejaría a Larry Flynt a la altura de Teresa de Calcuta, se había convertido en una dulce y tímida florecilla.