María Riot

María es uno de los grandes referentes del activismo dentro del porno, una de las impulsoras del porno feminista y una firme creyente en el uso político del cuerpo femenino dentro de un espacio seguro y libre de clichés. Se define a sí misma como prostituta y actriz, aunque siempre remarca que el porno es un hobby, así que quizá su vocación auténtica es la primera de esas dos profesiones.

Confiesa que con 15 años fue cuando empezó a tener fantasías sexuales, y es posible que la total autocensura sobre esos pensamientos en un entorno en el que ni estaba permitido hablar de sexo ni nadie la escucharía realmente, pudo contribuir al proceso de convertirse en una mujer que vive a través de su sexualidad.

Paralelamente, su manera de cuestionarse los cánones y los estereotipos, y su férrea voluntad de hacer del mundo un lugar mejor (es una muy activa luchadora por los derechos de los animales), le han llevado a unir su oficio con el activismo como integrante de la AMAR, el sindicato nacional de prostitutas de Argentina. Su trabajo allí sirve para defender los derechos de las trabajadoras sexuales, pero en el porno también está empeñada en contribuir a la divulgación de otro tipo de entretenimiento para adultos distinto al mainstream.

El porno de María Riot, a menudo ofrecido por canales como las productoras Lust Cinema o Zure Room que buscan romper estigmas y generar una revolución que amplifique el porno más allá de las toxicidades típicas y la prolongación de sus elementos negativos, es fresco a la vez que extremadamente cálido. Se implica en sus escenas como una experiencia sexual, no como una transacción de mercado. El porno está sacudiéndose en busca de asideros éticos que lo conviertan en algo saludable y útil para la sociedad y, si esto acaba por suceder, María habrá tenido mucho que ver con ello.