Lucía Lapiedra
Lucía era una inocente estudiante de ingeniería informática en la Pontificia de Salamanca hasta que un buen día, en la Navidad de 2004, conocía al director porno Ramiro Lapiedra, su futuro novio y quien la introduciría en el pornomundo. Habiendo rodado apenas una decena de escenas, rompía con Ramiro y empezaba su andadura televisiva en el popular programa Crónicas Marcianas. A partir de ahí todo iría rodado para ella: su vida transcurría de plató en plató y aun tenía tiempo para enrollarse con el periodista deportivo Pipi Estrada junto al que formaría un tándem que arrasó con la actualidad rosa durante meses y cuyos últimos coletazos les siguen dando de comer, ya como pareja de adultos reformados padres de una niña.
El porno, está claro, solo fue un instrumento casi testimonial para ascender a la fama y solo se ha confirmado su aparición en algunas películas de los hemanos Lapiedra y un par de escenas junto al astuto Nacho Vidal.