Klara Gold
La vida de Klara Gold se encaminó hacia el porno desde que en uno de esos brotes juveniles de locura viajó desde su Madrid natal hasta Barcelona para conocer a su ídolo y amor platónico Nacho Vidal. Obviamente ese amor no tardó en convertirse en cárnico en cuanto ella cumplió 18 años, y está claro que a Nacho le rejuveneció emparejarse con una joven llena de energía y vitalidad y con un culo apoteósico.
De aquella relación se cinceló el talento de Klara, que a su sensualidad natural sumó mucha experiencia que pocas novatas tienen el privilegio de disfrutar. El resultado no podía ser otro: una carrera meteórica en el panorama nacional y un salto con muchas garantías al porno norteamericano, donde la culofilia es todavía más potente que en Europa y las productoras ya la persiguen entre Miami y Los Angeles.