Katsuni
Probablemente una de las féminas más elegantes de la industria con diferencia. Su mezcla de raíces francesas y vietnamitas le aportan la frivolidad exuberante de lo europeo con un toque exótico al que seguramente le deba gran parte de su éxito.
Tras un éxito demoledor en el porno europeo, en 2006 decidió saltar el charco para ver si era verdad eso de que en el porno yanqui de cobra más dinero. Debe de ser verdad, porque la arrebatadora starlet se ha establecido en aquel circuito en el que nunca le falta trabajo. Su talento excepcional para el sexo anal y la práctica del oral le han granjeado la admiración de los pornófilos, que además aprecian algo en ella que no se suele ver en la industria porno occidental: Katsuni es cariñosa, afectuosa, y a menudo besa apasionadamente, acaricia y mira a los ojos de sus parteneires en escena.
Quienes la han conocido en vivo coinciden: su aspecto distante no se corresponde en absoluto con un carácter cercano y cálido.
Seguramente muchos la conocían como Katsumi, un nombre que se vio obligada a cambiar al que utiliza actualmente por culpa de la demanda de una tal Mary Katsumi, una periodista que consideraba que la reputación de la pornstar podía dañar la imagen de su apellido real. Un juez francés le daba la razón y le prohibía a Katsuni utilizar su antiguo nombre artístico sin someterse a compensaciones económicas por parte de la demandante. Una salvajada jurídica que por suerte parece no haber sentado un precedente.