Jesse Jane

El buque insignia de la poderosísima productora Digital Playground, una rubia angelical de grandes tetas; la clásica novia de América.

Tras criarse en diversas bases militares a lo largo y ancho de EE.UU., ser cheerleader en Kansas y graduarse en Oklahoma, Jesse Jane tenía claro que debía vivir de su despampanante belleza y su fotogenia innata. Se labró un nombre como modelo publicitaria, posó para diversas grandes cadenas de comercio, incluyendo un spot televisivo de los restaurantes Hooters y su mareantes apecto en bikini le valió un papel secundario en la película de Los vigilantes de la playa. Pero ella quería más, quería que su sensualidad volviera locos a los hombres y tras leer un artículo sobre Tera Patrick decidió que ese podía ser su lugar. Contactó directamente con Digital Playground y cuando su departamento de casting vio lo que tenía delante, no dudaron ni un segundo en blindarla con un supercontrato irrechazable. El acuerdo fue provechoso para ambos: la productora ganó enteros en popularidad y Jesse se acercó un poco más a sus aspiraciones de convertirse en sex-symbol.

Su enorme fama le ha otorgado la posibilidad de aparecer en algunas de las películas porno más caras de la historia, presentar programas en Playboy TV, estar entre las 12 pornstars más conocidas según la CNBC (“el rostro del porno moderno”, decían), convertirse en columnista, tener su propia línea de juguetes sexuales y hasta su propio tequila.

En enero de 2017, tras una gloriosa etapa de gonzo salvaje y sexo anal de la mano de Jules Jordan Video, finalmente Jesse decidió que era el momento de retirarse tras 15 años en la profesión y ser recordada, y tenía toda la razón, como un icono sexual.