Gigi Rivera
Se considera tan mexicana como californiana, aunque sin duda en su forma de actuar se nota que hay sangre hispana. Menuda, traviesa, muy viciosa y extremadamente descarada, Gigi llegó para comerse el mundo del porno tirando de sus mejores herramientas: su hambre de rabo y su considerable cara dura. No es casualidad que uno de los grandes pilares de su fama, una experiencia que le ha dado popularidad y caché, es el hecho de ser una de las tres actrices porno (junto a Kacey Jordan y Melanie Rios) que Charlie Sheen se llevó a su casa a principios de 2011 para montar una pequeña orgía privada de sexo, alcohol y cocaína que duraría 36 horas y acabaría costándole un ingreso en el hospital.