Gauge

Pequeñita pero venenosa, esta muchacha de Arkansas entró en el porno antes de cumplir la veintena y sus enormes ojazos azules en ese cuerpo extremadamente juvenil se la puso dura a toda una nación. Gauge encarnaba el estereotipo de lolita como ninguna otra en la historia de la industria, y a pesar de su aparente frialdad, una vez puesta en faena era una bestia sexual insaciable. Realizó anales, dobles penetraciones, dobles anales, creampies, gangbangs interraciales y hasta lo que los norteamericanos llaman “juegos acuáticos” sin ni siquiera despeinarse debutando de la mano de Ed Powers y rubricando grandes escenas con maestros en ciernes como Jules Jordan.

En 2005, Gauge reconoció haber estado a punto de morir por una intoxicación etílica, pero consiguió dejar el alcohol y en 2007 anunció su retirada un año después de casarse con su novio ajeno a la industria. En 2008 se divorciaba y se compraba un rancho de 28 acres en Arkansas, donde residía mientras retomaba sus estudios universitarios.

No volvió a saberse de ella hasta que en 2013 abrió una cuenta de Twitter y empezó a sugerir la idea de que podría volver al porno. Y dicho y hecho: seanas más tarde retomaba su carrera para regocijo general.