Capri Cavanni
Hay pornstars que, con todos los respetos más que debidos, tienen cara de serlo. El caso de Capri Cavanni (anteriormente conocida como Capri Cavalli) es incuestionable: uno observa sus rasgos y sus gestos y parece claro que solo podría dedicarse profesionalmente a algo íntimamente ligado al sexo. Sin embargo, no siempre estuvo en el gremio: tras graduarse en el instituto empezó la carrera de Veterinaria y mientras estudiaba empezó a trabajar a tiempo parcial como modelo. Fue al posar con bikinis y lencería cuando Capri se dio cuenta de que exhibirse frente a una cámara podría convertirse en su pasión, así que cuando le llegó la oportunidad de posar para Playboy dijo que sí sin dudar y empezó a plantearse la idea de entrar en la industria del porno.
La idea original de Capri era dedicarse exclusivamente al porno lésbico ya que era un tipo de experiencia que le apetecía disfrutar y que en su Vancouver natal nunca había podido hacer realidad, pero su primer agente la convenció para rodar también escenas con hombres porque así se aseguraba ingresos mucho mayores. Desde sus primeras escenas para Vivid no tardaron en salirle pretendientes laborales: productoras como Brazzers o Naughty America se interesaron por contratarla y las colaboraciones con grandes compañías del negocio empezaron a florecer.
Su crecimiento en el porno ha sido siempre progresivo y regular, y aunque Capri es una de esas pornstars experimentadas que saben hacerse a un lado y dejar que fluya la sangre fresca por las arterias de la industria, su presencia siempre garantiza que un montón de seguidores acérrimos estarán pendientes de la escena, sea cual sea.