Annie Sprinkle

La catedrática del porno, la mujer que quiso combinar sexo, arte y ciencia en una performance difícil de olvidar en la que se colocaba un espéculo e invitaba a los presentes a observar, linterna en mano, la morfología de su cérvix. A los 18 años, Annie empezaba a trabajar como prostituta en Tucson, Arizona, para poco después viajar a Nueva York para entrar en el mundo del porno (aunque no dejó de prostituirse por su cuenta hasta dos décadas después) en el que se ganaría la vida siendo una de las pornstars más reconocidas de la historia.

Paralelamente, Annie ha ejercido como defensora de la industria y de la libertad sexual, y ha escrito más de 300 artículos en diversas publicaciones hablando sobre distintos temas relacionados con el arte de la cópula. Su activismo para promover la prevención del SIDA le valió la antipatía de parte del sector, y debido a ello abandonó en numerosas ocasiones la profesión, aunque nunca dejó de actuar en directo.

En 2002, Annie consiguió finalizar sus estudios de doctorado en sexualidad humana y se convertía en la primera pornstar en alcanzar tan alta graduación académica.