Amirah Adara
Jamás una nariz aguileña como la de Amirah Adara supuso una cuestión tan irrelevante en el aspecto de una actriz porno y un defecto unánimemente ignorado por toda la comunidad pornófila. Y es normal: la belleza de su piel bronceada, la calidez de su mirada y las gloriosas proporciones de un culo preparado para lo que haga falta componen parte de los activos de una de las starlets más populares y mejor consideradas del panorama europeo.
Nacida en la misma meca del porno a este lado del Atlántico, la adorable húngara debutó con solo 18 añitos de la mano de un viejo zorro cazador de talentos como es el francés Pierre Woodman y pronto empezó a aceptar trabajo de las productoras más conocidas del continente. Con el paso del tiempo Amirah se ha convertido una de las mayores expertas del porno internacional en el arte de la felación, y en Norteamérica ya es de las europeas con mayor caché. No obstante, mientras hace crecer su leyenda haciendo literalmente de todo dentro del espectro sexual del porno, dice que no le apetece mucho llevar el estilo de vida de una diva del mundillo y que su pereza y su afán por pasarse el día en pijama sin hacer nada de provecho le compensa mucho más.