Alana Evans

Dijo en una ocasión que pequeña no era una niña muy femenina. Eso debió de cambiar radicalmente cuando después de graduarse se casó y empezó a acudir con su marido a reuniones de swingers y terminaron abriendo su propio local de intercambio. Allí ejerció como stripper y empezó a plantearse trabajar como modelo, pero creía que su cicatriz por apendicitis sería un problema y terminó por llamar a las puertas del cine porno. Actualmente ha rodado más de 200 películas, está casada con el también actor porno Chris Evans y aunque juró y perjuró que sus tetas permanecerían naturales, al final sucumbió al bisturí y los implantes.

Un dato extra: tiene un clítoris enorme.