El porno para mujeres sigue una sencilla fórmula: la igualdad de género, el amor, la lujuria y el sexo 100% REAL. Esto último es innegociable y es precisamente lo que marca distancia con el porno más convencional, ese plagado de mujeres operadas y hombres con pollas inverosímiles. Hay quien apunta incluso más lejos, como la directora y educadora sexual Tristan Taormino quien define el género como la «pornografía dedicada a la igualdad de género y la justicia social. La pornografía feminista es la producida de una manera justa, pagando a los intérpretes y participantes un salario justo, y tratándoles con estima y bienestar. Además de buscar nuevas ideas sobre el deseo, la belleza, la gratificación lejos de las representaciones del cine para adultos de orientación heterosexual. En fin, que su objetivo es dar el mismo poder a los actores que lo producen y a la gente que lo ve». Nosotros nos limitaremos a describirlo como el porno desde la perspectiva de una mujer real, con sexo real, parejas reales y orgasmos tan reales como la vida misma. Una suerte de un porno intimista en el que no solo las parejas heterosexuales tienen cabida, los homosexuales y las lesbianas también tienen mucho que ofrecer a esta propuesta con la etiqueta de feminista.
Como amantes de los orgasmos femeninos, de la mujer en general y el porno hecho por mujeres y para mujeres, nos alegramos de crear una sección que es sinónimo de sexo real (50% suave 50% duro 110% porno) y libre de siliconas y orgasmos fingidos.