Servidor siempre ha tratado de reivindicar, sin ponerme muy pesado, las bondades presenciales de la señorita Zafira, una húngara que acaba de cumplir una década en el negocio del erotismo y que a sus 31 años, y pese a haber pasado por el quirófano, sigue pareciéndome —y no creo que esté solo en esto— una de las pornstars más bellas de todos los tiempos.
Desde hace una temporada, eso sí, Zafira parece haberse echado a un lado de la corriente cada vez más extrema en el porno mainstream europeo, y gracias a la perfección de su cuerpo y su rostro se ha podido mantener en el margen lésbico de la industria. Ya lleva, de hecho, varios años sin probar rabo frente a la cámara, así que hoy vamos a hacer un ejercicio de arqueología y vamos a verla enfrentándose a los pocos hombres a los que ha dado acceso a sus orificios antes de este semirretiro.
Y si queréis comparar con cómo luce ahora, recordad su lésbico más reciente.
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