Aunque el descomunal cipote de Danny Dong actualmente empala a hembras para la productora Bangbros, recuperamos hoy una escena de Killergram en la que la británica Loz Lorrimar se muestra contrariada porque su chico no le presta la debida atención. Así que la zorra rubia platino decide que sus grandes tetas junto con su coño y trasero serán argumentos más que suficientes para despertar el interés del gañán de los 28 centímetros. Veintiocho centímetros (a falta de oficiales estas son las medidas oficiosas) de amor que entrarán –no sin dificultades– en el delicioso trasero de Loz Lorrimar.
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