Volvemos de nuevo a echar la vista atrás para documentar un encuentro que podría calificarse de pornográficamente histórico. En pantalla, la trigésimo novena edición de la franquicia North Pole, todo un clásico de finales de los 90 y principios de los 2000, en la que el lechero entre lecheros Peter North invitó a participar en su saga particular a la que un día bautizamos como «la diosa efímera», la canadiense Lanny Barbie, que por aquel entonces contaba solo con 22 primaveras y no había alcanzado aún del todo la absoluta perfección física que la caracterizó durante sus ocho años de trayectoria, algo incontestable de lo que ya hemos hablado largo y tendido en sus anteriores apariciones.
El final del segmento quizá no muestre un lefazo tan espectacular como a los que nos tuvo acostumbrados el amigo North, pero desde luego tampoco se le puede considerar un mal disparo ni mucho menos.
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