Es probable que quienes buscan porno con MILFs algo más veteranas, algo más cercano a las GILFs, están acostumbrado a no valorar tanto la belleza de un cuerpo como el morbo de una edad bien reflejada en la piel y los atributos de la pornstar en cuestión.
Persia Monir es una enloquecedora excepción: está tan cerca de cumplir 60 añazos que ya casi puede tocarlos con los dedos, y a pesar de todo mantiene un cuerpazo voluptuoso y armonioso que muchas jovencitas quisieran para sí. Hace unos meses que Persia no publica escenas nuevas, pero las fotos que sube a las redes sociales certifican que sigue considerándose una pornstar en activo y que no ha perdido ni un poquito de su sex appeal y sus ganas de exhibirse con una redescubierta reivindicación del vello corporal. A ver si se la recordamos a alguna preoductora y le pega un telefonazo.
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