Por todos es conocido el talento de Pat Myne a la hora de reclutar a jovencitas con ganas de sexo anal. Un olfato, el del pervertido director, que le llevó a crear la serie «Little Anal Lovers» así como la excusa perfecta para explotar los encantos rectales de las actrices que mejor encajan dentro del adjetivo «little». Spencer Bradley —auténtica peso pluma de 48 kilos— es una de ellas y por ello protagoniza la segunda parte de esta maravilla del porno dedicado al oscuro y dulce santuario anal. P.s: vídeo eliminado y cambiado por otro.
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