Los hermanastros no siempre tienen que llevarse mal y tirarse los trastos a la cabeza tratando de arruinar el matrimonio de sus respectivos padres. A veces encuentran en su nuevo hermano o hermana un alma gemela que tiene sus mismas aficiones y sus mismos gustos. En el caso de Jade y Juan su pasión es el cine y el sexo. Eso hace que cuando se pongan a ver una película juntos terminen quitándola, poniendo una porno, masturbándose juntos y al final follando como condenados viciosos. Todo queda en familia.

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