Mi fijación por los culos enormes me ha llevado al encuentro con otro de esos fenómenos conocidos como “mujeres sandía”. Desconozco si este culo con vida propia se ha sometido a una operación de gluteoplastia y la verdad es que poco me importa; contemplar un espectáculo culero de esta envergadura le quita a uno tonterías sobre la dicotomía natural/artificial. La joven por si alguien está interesado es Pebbelz y con ella me viene a la cabeza la pregunta del millón: ¿Cuál es el culo perfecto? Pregunta que un avispado psicólogo de la Universidad de Manchester formuló con una ecuación para evaluar objetivamente la calidad estética de un culo femenino. El buen hombre manejó seis parámetros básicos, a saber: la forma (S), la redondez de los glúteos (C), la capacidad del culo para moverse (B), la resistencia a la deformación (F), la textura de la piel o presencia de celulitis (T). Y llegó a la conclusión que es aquel que cumpliera lo siguiente: (S+C) x (B+F)/T = culo perfecto.
Comentarios