En esta carrera por suavizar la naturaleza sucia del porno y el sexo («el sexo solo es sucio cuando se hace bien», diría Woody Allen), a veces el glamcore y sus derivados llevan su propuesta a terrenos surrealistas. Una de las más recientes escenas que ha publicado el estudio de Petter Hegre, Hegre-Art, es lo que vendríamos a llamar vulgarmente un pajote con todas las letras entre dos gráciles sílfides gemelas (Albina y Anzhela Osynovskie, exbailarinas de danza clásica y actuales modelos eróticas conocidas como Julietta y Magdalena) y una botella de lubricante. Ellos han preferido llamarlo «masaje de pene a cuatro manos», un grado de eufemística un pelín ridículo para un vídeo que, por otra parte, es la mar de disfrutable.

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