Ya os avisa ahora: en la medida que esté dentro de nuestras posibilidades, no pensamos dejar escapar ninguna escena de Leah Gotti, o al menos el mínimo posible de escenas con cierto interés. Es uno de esos físicos privilegiados que la última hornada de starlets viene propiciando con una facilidad insólita, y por eso merece la pena contemplar cada gesto. Hoy la tenemos en otra de esas fantasías pseudoincestuosas de Digital Sin, una My Black Brother #2 donde el también joven Ricky Johnson disfruta ostensiblemente del buen hacer de su compañera.
![](https://www.orgasmatrix.com/wp-content/themes/omx-theme/images/avatar.png)
Comentarios