Normalmente de cualquier desconocida con una o dos escenas que encontramos por la red, si la chica es lo suficientemente buena, suele tener un pequeño séquito de pornófilos expertos que se deleitan en cada gesto de los pocos minutos de metraje que existen de ella. Son pornstars de culto: solo unos pocos las conocen pero esos pocos están locos por ellas. Es el caso de Prada XXX, también conocida como Prada a secas o como Tatianna Prada, una guapísima morena de generosas carnes que dedicó una sola primavera, la de 2012, a pasearse por algunas productoras que por aquel entonces operaban en Miami como Bangbros, Reality Kings o el estudio de Josh Stone y grabar un pequeño puñado de escenas. Y, como suele ser habitual en esta sección, después de aquello nunca más se supo.
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