He tenido la impresión de que el pecho alteraba su tamaño a lo largo de los dos años y medio que lleva en la industria, pero de una forma muy sutil, así que he investigado un poco y no parece que haya registro de esa actividad quirúrgica. Lo que sí admite Olivia Austin en una entrevista es que se operó el pecho con solo 19 años («no tenía nada de pecho, era una tabla» reconoce) añadiéndose solución salina, pero al parecer su intenso compromiso con el fitness competitivo las acabó deformando y a los 23 volvió a operarse, esta vez añadiéndose unos implantes de la talla 34DD, que son con los que debutó en el porno a los 27. Esas mismas tetas le valieron el año pasado una nominación en los AVN a la categoría «Mejores tetas» que eligen los fans, y perdió contra Hitomi Tanaka.
Ahora acaba de entrar en los 30, la edad que marca a menudo el inicio de una nueva etapa como MILF, aunque en su caso esos implantes y esos rasgos exuberantes la han convertido en uno de esos casos de madurita precoz, de recibir el sambenito de la MILF antes de tiempo. Ahora, quizá, se puede justificar mejor.
Hoy la tenemos ejerciendo ya de madrastra hecha y derecha, zumbándose a su hijastro Tyler Nixon que, atentos a la ironía, solo tiene un año menos que ella.
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