Hay quien cree que las corridas en la cara son degradantes, gente que lo piensa a pies juntillas y que posiblemente se excite después de arrancarle a bocados el tanga a su amante y metérselo en el ojete para que, acto seguido, lo saque de las oscuridades anales y lo introduzca en toda la boca. O que piense —en términos de la más estricta normalidad— meter un puño donde nunca da el sol. Vamos, que ven menos abyecto el hecho de saborear su propia mierda o las introducciones extremas que recibir unos chorros de esperma en la cara. Quizás pueda entenderse esto en la variante de descargas faciales conocida como A2M, esto es, aquella corrida facial de una polla que acaba de salir de un culo tras un intenso meteysaca, pero esto es otro tipo de eyaculaciones faciales: Cacao Latte.
El noble arte de los faciales debería tratarse como tal, un ARTE en mayúsculas, una suerte de barroquismo visual que debería ser apreciado por todos los amantes del porno; y es que es visualmente perfecto ver chorros de amor blanco cayendo lentamente por unos pómulos y goteando por barbillas de jovencitas de rostros perfectos. No es la primera vez ni será última que piense que una mujer se embellece cuando está embadurnada de semen.
También en Slow Motion
Comentarios