El 28 de Octubre salió a la venta la tercera parte de Bayonetta, un videojuego que ya es considerado de culto. Para quienes no sepan de que va, trata sobre una bruja tetona, culona y de piernas largas que va mezclando el sexo y la violencia. El videojuego ha generado mucha polémica desde su primera entrega, dado que, mientras su creador Hideki Kamiya ha dicho que creó a Bayonetta teniendo en mente una mujer fuerte e independiente, las feminazis odian a muerte a la brujita por considerarla un «personaje sexualizado» que fomenta las fantasía masculinas con cuerpos «irreales» que solo sirven para perpetuar el machismo.
La segunda entrega fue duramente criticada por la adquisición de Nintendo de la franquicia. Y es que muchos olvidan que, al fin y al cabo, los videjuegos son un negocio y si un título vende, despierta el interés de las grandes compañías independientemente de las quejas de ciertos sectores. El juego también contrató a la modelo erótica Pamela Horton para una sesión de fotos, donde promocionó el juego en la revista Playboy, algo que fue mal visto por algunas feministas, que poco o nada les importa que estas fotos sean una fuente de trabajo e ingresos económicos para mujeres que se lucran posando y vendiendo su imagen.
Y finalmente la entrega que completa la trilogía se vio empañada por la llamada a un boicot de la actriz de doblaje Hellena Taylor —quien había prestado su voz a la protagonista en las dos primeras entregas—, que actuando como una diva exigió un sueldo incoherente y, al no poder llegar a un acuerdo, los ejecutivos decidieron optar por otra actriz que estaba más que feliz con el contrato que le ofrecieron.
Pero ni todo esto ha sido suficiente para frenar el éxito de Bayonetta, que sigue produciendo juegos e inspirando material erótico en el sector del entretenimiento para adultos. No en vano, mujeres como Octokuro han demostrado que tienen un cuerpazo para traer a la vida real a la hermosa brujita.
Bola extra: Angela White ha estado algo ausente en esta casa, por lo que aprovecho ese look con peinado alto y gafas para agregarla a la entrada. Y es que aparte de que le da un aire a Bayonetta, esa manera de ejecutar la paja rusa y la mamada bien podrían clasificarse como brujería moderna, pues con todo ese poder sexual, no hay mortal que se resista a esta impresionante australiana.
Comentarios