Con el nuevo enfoque que los grandes estudios están dando al interracial con tal de integrarlo en su catálogo, veníamos echando de menos más presencia femenina afro que equilibrase la avalancha de negrazos hercúleos de músculos de acero y pollas infinitas, pero de momento la balanza sigue inclinada. Por eso queremos fijarnos de nuevo en otro talento reciente de estos rasgos tan poco habituales en las altas esferas del porno: Dani Dolce, una mulata de 19 años que proviene del mundillo de la webcam pero que a finales de esta verano hizo sus primeros pinitos en el porno. Lleva poco más de tres escenas en tres meses, pero parece que su nombre va empezando a sonar.
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