En el porno la gente tiene cierta obsesión por seguir siempre de cerca la «primera vez»: el primer anal, la primera doble penetración, el primer interracial… Pero la segunda vez de cada una de estas variables ya no suele tener tanto bombo en foros y redes sociales, algo que en realidad es absurdo porque se supone que cuando uno hace algo por segunda vez siempre tiene más posibilidades de que le salga mejor que la primera vez.
En el caso de la segunda doble penetración de Abella Danger en realidad no importa demasiado porque se trata de una de esas privilegiadas que, sencillamente, lo hace todo bien. Su nuevo ejercicio de dualidad sexual se produjo en casa de James Deen, con el anfitrión y el ruso Markus Dupree bombeándola de manera simultánea.
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