Nos lo había parecido desde el pasado otoño, pero no hemos estado seguros del todo hasta su escena más reciente para DDF donde queda totalmente confirmado: la hermosísima checa Lucy Li se ha echado unos cuantos kilos de peso encima de su cuerpazo, y ahora sus ya proverbiales tetas son un monumento a la abundancia además de la forma. Su aspecto es bastante distinto en sus nuevas escenas, en parte por esa nueva imagen, pero también porque parece haber abandonado el glamcore más refinado para echarse a los brazos del porno europeo comercial, más dado a ofrecer otra perspectiva un poco más vulgar de las pornstars.
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