Parece que Hazel Moore había bajado el pistón últimamente, puesto que los encuentros en clave hardcore se sucedían uno tras otro, y hasta una diosa blanca y pecaminosa necesita un pequeño descanso. Pero nuestra divinidad particular, a la que le rezamos a diario, ha vuelto a pecar a lo grande durante una sesión cornuda en la que dos maromos afro se la meriendan —o más bien al contrario—, mientras su novio ficticio observa atado en una silla. Ya saben, el típico formato de Cuckold Sessions, donde los cuernos y el voyerismo son conceptos que siempre están presentes en las escenas de porno interracial.
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