Cuando hay que ir se va, pero ir ‘pa ná’ es tontería. Eso es más o menos lo que debe pensar la gran Jennifer White cuando acude a los sets de rodaje para que le taladren cada orificio de su pedazo de cuerpo. Da igual en qué época nos encontremos desde el 2009 hasta hoy, esta morenaza californiana, que ha puesto la entrepierna enhiesta a múltiples generaciones, ha filmado año tras año escenas no aptas para muchas de las chicas de este gremio, puesto que en atrevimiento no hay muchas compañeras que la superen. Menos aún en constancia, puesto que son muchas las actrices porno que queman sus cartuchos, en lo que a porno duro se refiere, durante épocas concretas de sus trayectorias, y luego se acomodan en una zona de confort de la que ya no salen. Este no es el caso, ni mucho menos, de la señora White; esta mujer se ha reinventado numerosas veces y su osadía y predisposición van a más. Unas buenas muestras de ello son las tres increíbles bacanales sexuales (gangbangs) que ha rodado para Evil Angel, con DPs y DAPs incluidas. Simplemente espectacular.
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