Nos dimos un descanso temporal de rebuscar entre el baúl de la belleza de Mike Dowson, y lo cierto es que ya no nos queda demasiado material que rescatar, pero lo bueno de que el fotógrafo tenga un criterio tan selecto a la hora de elegir a sus modelos es que hasta la última migaja de su obra exhibe un tremendo impacto erótico y estético. Es el caso de Olga Alberti, que en esta ocasión no es una desconocida (casi mejor: así hemos dado con más material suyo) como la mayoría de sus musas, pero presenta un combo de cuerpazo y cara bonita y expresiva que roza lo insoportable.
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