Esta escena recuerda aquel chiste en el que a la salida de un bar un hombre telefonea a su mujer para anunciarle que se dirige camino a casa para pegarle tres polvos. Ella muy contenta le responde que se alegra de que su marido esté tan cachondo. Pero él le replica que no esta especialmente cachondo, que va hacia allí con un par de amigos. Pues bien, eso es lo que veremos en el siguiente vídeo pero con el marido cámara en mano. Una madurita amateur da un repaso a sus amiguetes con el consentimiento del marido. Y esto complementa aquel otro gran vídeo en el que una amateur se follaba a un negro en presencia del marido.
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