Aunque el orgasmo femenino ya no es un tema tan desconocido como lo era décadas atrás, todavía sigue siendo un enigma. En general se cree que a ellas les cuesta más alcanzarlos que a los hombres. Pero el problema es que el mundo está muy mal repartido. Mientras muchas nunca han experimentado un auténtico orgasmo, otras disfrutan cientos de ellos a diario.
El diario sensacionalista británico News of the World nos presenta a una de estas supuestas afortunadas. Se llama Sarah Carmen, tiene 24 años y asegura que no para de tener orgasmos. Ella sufre de una extravagante condición clínica llamada Síndrome de Excitación Permanente (PSAS, Permanent Sexual Arousal Syndrome) que le permite disfrutar de hasta 200 orgasmos al día. El síndrome, que fue recien descrito por sexólogos ingleses, no tiene cura y tampoco no se conoce bien que es lo que lo provoca. Sarah lo sufre desde hace cinco años y cree que es gracias a las pastillas antidepresivas que le recetaron: “Empecé a tomar antidepresivos y en unas semanas notaba que me ponía cachonda cada vez más y cada vez más a menudo. Al final sentía orgasmos sin parar, uno tras otro”.
También lo notaba su novio de esa epoca, quien tuvo que acostumbrarse a sus multisesiones de sexo diarias que ella le exigía. Un síndrome que a primera vista tod@s desearíamos, pero a Sarah su condición le causa bastantes molestias. Porque no es que sea sólo el sexo lo que le excita – también le hace correrse la vibración de un secador de pelo, el movimiento de un tren y hasta el simple acto de hacer fotocopias. Mientras algunas fingen orgasmos, ella finge tener un ataque de tos para que sus compañeros de trabajo no descubran que en realidad se está corriendo.
Además de las inconveniencias cotidianas, su condición le complica también su vida conyugal. Encontrar una pareja que pueda satisfacer su infinito apetito sexual no es nada fácil. Además los hombres suelen ponerse vagos y pasivos en la cama con ella, porque piensan que como sus orgasmos son automáticos, no tienen que hacer nada por su placer.
Pero a pesar de todas las molestias que pueda provocar un orgasmo casi continuo y constante, ella sabe apreciar su extraña sensibilidad: “Probablemente tengo más orgasmos al día que los que tienes todas mis amigas durante un año”.
Según cuenta el reportero de News of the World, Sarah se corrió cinco veces durante esta entrevista de 40 minutos.
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