Lo normal cuando una actriz se enfrenta a los cipotes monstruosos de Monsters of Cock es que exclame esta frase: «dudo que eso entre en mi coño». Desde Bangbros se limitan a decir que las chicas son valientes para intentarlo pero no siempre salen victoriosas. No es el caso de Valentina Nappi, que se desvivía por follarse a su padrastro; enamorada en secreto desde hace tiempo ha tratado de encontrar el momento perfecto para mostrarle sus sentimientos y dejar bien claro que quiere esa gran polla negra en su boca, en su coño y en su prieto ojete.
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