Ya sabéis cuál es la fórmula tan alabada como atacada de GirlsDoPorn: un breve casting sobre la cama de un hotel y una follada con mayor o menor calidad. La clave de su éxito es que sus protagonistas rara vez pretenden dedicarse al porno y casi siempre se trata de aventureras anónimas que vienen a probar la experiencia por una sola vez para luego desaparecer del mapa. Ni siquiera tienen nombres, reales o artísticos, y el resultado es al final un catálogo de one hit wonders, de mujeres estupendas que jamás volveremos a ver frente a una cámara, una premisa que posee cierto encanto.
MomPov lleva cuatro años funcionando, pero es ahora cuando ha decidido copiar la fórmula de GirlsDoPorn y aplicarla a otro perfil demográfico distinto. Aquí no se trata de jovenzuelas curiosas o universitarias atrevidas, sino de MILF de todos los grados que cumplen esa misma peculiaridad: todas son anónimas y es probable que jamás volvamos a verlas rodar. Hoy vamos a presentaros a una de las más recientes, una verdadera one hit wonder que sería una lástima no disfrutar de nuevo.
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