La tercera vez que anunció que se retiraba del mundo del porno fue en el año 2012, y lo hizo con un breve pero convincente mensaje: «Ya no seré Belladonna, ahora seré sencillamente Michelle». Y es que su nombre real es Michelle Anne Sinclair, nacida en mayo de 1981 en Biloxi, Misisipi, y conocida en todo el mundo como Belladonna, la pornstar más rupturista de la primera década del nuevo milenio, y para algunos la más grande de todos los tiempos.
Si hay una estrella del porno que haya ejemplificado como nadie el concepto de hardcore, esa ha sido Belladonna. Actriz, productora, directora y dueña de su propia línea de juguetes eróticos, Belladonna lo fue todo en la industria, y se hizo enormemente popular en todo el planeta gracias a su energía y arrojo en cada escena que filmó —desde sexo explícito con transexuales hasta escenas en estado de gestación—, pero particularmente por sus proezas anales, con un extenso glosario traseril que incluye dobles y triples penetraciones, fisting… Hasta llegó a utilizar un bate de béisbol como consolador anal en aquella legendaria escena junto a Nacho Vidal, su pareja de por entonces. Y no debemos olvidarnos de su gran virtuosismo felatorio; también fue sonada la garganta profunda que le propinó al dotadísimo actor afro Lexington Steele. Sin duda, una atleta sexual de élite.
Toda aquella práctica sexual que se puede hacer en este género ya lo hizo Belladonna, puesto lo que hay más allá ni tan siquiera se le puede llamar porno, sino monstruosidades de tintes sádicos o patológicos. Así que, transgresora como pocas, Belladonna se fue con un halo de leyenda en torno a su figura justo después de entrar en el AVN Hall of Fame, y tras haber ganado más de veinte de los llamados «Oscars del porno». En definitiva, la gran Belladonna es un mito viviente y un auténtico referente tanto para chicas que quieran iniciarse en este mundo como para estrellas ya consagradas.
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