Cuando a una belleza nada desdeñable se le suma una completa predisposición a la hora de desinhibirse antes las cámaras y darle bien duro al arte del fornicio filmado, se tiene mucho terreno ganado para convertirse en una leyenda del porno, y no cabe duda de que nuestra chica de hoy, Teagan Presley, lo es para muchos aficionados. De hecho, el eco de su nombre artístico resonó en todo el planeta cuando apareció en los extras del vídeo erótico de Paris Hilton, allá por el 2004.
Sus datos biográficos anteriores a su incursión en el porno están vinculados, desde muy joven, al baile y la gimnasia, llegando a competir para su país en torneos internacionales. Uno de estos torneos en Las Vegas coincidió con un evento de la industria pornográfica, el cual le llamó poderosamente la atención, aunque su vida de bailarina y gimnasta siguió hasta que se graduó y abandonó el seno de su familia para irse a vivir con su pareja, pero rompió poco después y decidió convertirse en actriz porno.
Esta primera etapa en la industria no estuvo exenta de sexo duro, pese a su imagen de teen (con un parecido razonable a la estrella de pop Britney Spears), debutando pronto con su primer anal, lo que la convirtió en una de las starlets emergentes de la industria.
Tras retocarse la nariz y los senos, cuando su popularidad estaba en su punto álgido, abandonó su carrera pornográfica durante dos períodos casi consecutivos para dar a luz. Pero cuando nadie lo esperaba (2009) Teagan se reinventó de nuevo; fundó su propia productora (Skinworxxx), se sometió a un nuevo aumento de senos y se tatuó llamativamente, luciendo una imagen más provocadora. Esto le hizo resurgir con fuerza hasta que abandonó definitivamente la industria en el año 2019.
Comentarios