Stoya es uno de los nombres de la industria pornográfica que se han hecho más célebres, al menos en lo que se refiere a actrices que han estado ligadas al porno durante este nuevo milenio. Esta popularidad o reconocimiento se debe a su marcada personalidad dentro y fuera de los sets de rodaje, pero, sobre todo, a su enorme atractivo; una belleza y una distinción innatas difícilmente equiparable con ninguna otra compañera del sector. Aunque se trataba de una pornstar poco carnal, con curvas escuetas, por lo que también tenía sus detractores. Eso sí, esa aparente frialdad se convertía en ardor y efervescencia sexual cuando entraba en faena.
De ascendencia serbia y escocesa, Stoya actuó durante una década aproximadamente (2007-2018). Antes ya se había dedicado durante algún tiempo como modelo erótica hasta que varios responsables de la productora Digital Playground le propusieron filmar una película pornográfica. Fue entonces cuando Stoya aceptó la propuesta y poco después firmó un contrato de exclusividad para dichos estudios norteamericanos. Stoya Video Nasty fue la primera escena que se rodó bajo el sello de Digital Playground.
Así se convirtió en una especie de diosa pálida de la industria, llegando a compartir reinado con otras grandes del oficio que fueron coetáneas, como la propia Sasha Grey. Además, es otra de esas actrices porno que se desmarcan de la mayoría, puesto que, al igual que Sasha Grey o Angela White, ha explorado tanto su faceta sexual como una faceta más inquieta a nivel cultural y artístico.
Así que después de retirarse del fornicio filmado, ha sido una habitual columnista en diferentes blogs y medios digitales (Vice, The Verge…), así como en periódicos influyentes, como The Guardian o el New York Times. También ha habido periodos en los que ha estado muy activa en las redes sociales, abriendo debates entre los usuarios sobre feminismo o consentimiento y placer, aunque no crean que se alinea con esta nueva ola feminista de proclamas insulsas que no profundizan en la problemática real y en las cuestiones trascendentes. Asimismo, es fotógrafa, ha participado en una película de ciencia ficción (“A.J. Rising” )y publicó un libro de ensayos (Philosophy, Pussycats, and Porn). En Orgasmatrix, como siempre, nos centramos principalmente en su belleza y en sus destrezas en materia cerda.
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