Su aspecto y apariencia no representan precisamente el paradigma de actriz porno que predomina en el imaginario colectivo de la gente, pero Sharon Mitchell fue la primera pornstar que se alzó con el galardón de «Mejor actriz» de los premios AVN de 1984. Además, dada su extensa carrera, fue una actriz que vivió in situ todas las transformaciones que se dieron en la industria pornográfica durante tres décadas aproximadamente; y eso que Sharon, como hemos dicho, tenía un porte que no obedecía al canon generalizado del negocio, ya que era alta, desgarbada, con senos pequeños, pelo corto y una nariz de tamaño considerable.
Sharon Mitchell nació en Nueva Jersey en 1956, y fue adoptada por una pareja conflictiva debido a que la figura paterna abusaba del alcohol y maltrataba a su esposa. Tras una etapa estudiantil muy promiscua, se marchó de su casa a los 17 años y se casó con un hombre maltratador al igual que su padre adoptivo, por lo que se divorció al poco tiempo. Corría el año 1975, cuando, después de un corto periodo de tiempo en el que trabajó como actriz convencional de cine y teatro, recaló en la industria pornográfica.
Gracias a sus habilidades interpretativas, Sharon también actúo en numerosas ocasiones en películas pornográficas en las que no ejercía un rol sexual. No obstante, en sus innumerables envites sexuales demostraba que era una actriz muy entregada, de ahí que se convirtiera en una profesional cotizada que, además, alternaba su faceta de estrella del porno realizando bailes eróticos en el Show World de Nueva York. Pero lo cierto es que Sharon arrastraba una pesada loza, ya que era adicta a la heroína desde muy joven.
Un trágico episodio de su vida fue el principal detonante para que dejara las drogas: en 1996 fue atacada por un fanático que la violó y la intentó matar, pero Sharon se zafó milagrosamente del asaltante, se retiró del porno durante unos meses y por fin superó su drogadicción. Después de participar en 741 películas X, Sharon se doctoró en sexología y fundó el AIM, un organismo dedicado a la prevención de las enfermedades de transmisión sexual y a ofrecer atención médica a las profesionales del sector.
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