En esta ocasión rendimos homenaje a una de las pornstars francesas más destacadas durante la segunda mitad de los 90, Karine Bach, conocida en el mundillo como Karen Lancaume, que no fue una de las actrices porno de las más prolíficas, pero en la mayoría de sus películas (87) se mostró como una actriz de temperamento, sin rehuir las prácticas más exigentes de la época. Incluso fue sonado un papel de protagonista en una película de cine “convencional” bajo el polémico título de “Fóllame”, un thriller violento y con sexo explícito que su directora definió como un alegato profeminista similar a «Thelma & Louise», pero con sexo real, asesinatos y violaciones.
Karen participó en esta cinta al final de su carrera en la industria porno, a la que llegó después de casarse con el pinchadiscos de una discoteca en la que trabajó como relaciones públicas. Y es que, impulsada por los problemas económicos, la pareja decidió probar fortuna rodando escenas juntos, pero el marido no dio la talla como actor y tuvo que ser sustituido. Poco después de divorciaron y Karen continuó en el porno, logrando hacerse un hueco importante gracias a su belleza exótica y a su destreza y atrevimiento sexual a la hora de rodar porno del duro. Su creciente popularidad le permitió filmar con los principales directores europeos de cine porno y cruzar el charco para trabajar para las compañías más prestigiosas. Sus puntos fuertes eran el sexo anal, las dobles penetraciones, las orgías y las mamadas profundas.
Los quehaceres sexuales intensos hicieron mella en Karen, que acabó hastiada del negocio pornográfico porque se sentía como un simple objeto. De hecho, después de rodar “Fóllame” bajo las órdenes de Virginie Despentes, decidió dedicarse en pleno al cine convencional, pero el éxito no fue el esperado y se hundió en una depresión. A principios de 2005 una sobredosis mortal de barbitúricos puso un trágico fin a su vida.
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