Si se habla sobre el porno de los años 80, uno de los nombres que salen habitualmente a la palestra es el de Ginger Lynn, un verdadero icono erótico que deslumbró en una época en la que el sexo anal y las dobles penetraciones no eran prácticas frecuentes, aunque esta rubia de Illinois no solo no ponía objeciones, sino que se desataba mientras era filmada sometiéndose a este tipo de sondeos.
Como suele ser habitual en ciertas actrices porno, Ginger tuvo una infancia muy complicada, con un padre que se marchó de casa cuando tan solo tenía seis años, y una madre que la desatendía y la maltrataba regularmente, lo que le llevó incluso a intentare quitarse la vida con 12 años. Tras graduarse se mudó a casa de sus abuelos y comenzó a trabajar como camarera y dependiente en una tienda de discos. Aunque al poco tiempo se puso en contacto con una agencia de modelos y posó desnuda por primera vez para la popular revista Penthouse. El siguiente paso, pues, fue enrolarse en la industria porno, alcanzando el estrellato y la categoría de mito al rodar la cifra mágica de 69 películas en solo dos años (desde 1983 a 1985), trabajando con personalidades conocidas del porno como John Holmes, Traci Lords, Ron Jeremy o Christy Canyon.
Lo cierto es que Ginger no digirió demasiado bien la fama, y en 1986 se apartó de la industria con la idea de trabajar en el cine convencional, pero solo logró interpretar papeles secundarios, en su mayoría, de películas de serie B. Además, es posible que los amantes del rock duro estén al tanto de que Ginger protagonizó el videoclip Turn the Page de Metallica (1998). También trascendió su romance de dos años con Charlie Sheen y una relación esporadica con George Clooney.
En 1999 regresó al porno para filmar tres películas. En el año 2006 se convirtió en copresentadora del programa de radio Night Calls (Playboy Radio) junto a otra reconocida actriz porno, Christy Canyon. Y en 2007 volvió a retomar su faceta de actriz porno de manera ocasional hasta que se retiró definitivamente en el 2013.
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