La gran Dana Vespoli comentaba en una de sus entrevistas que si equiparamos la pornografía con el Rock ‘n’ Roll, ella sería la banda The Velvet Underground. Y es que la legendaria pornstar decía que se dedicaba al porno (sigue activa como directora) para entender y explorar el comportamiento y las interacciones entre las personas, manifestando que sus películas iban más allá que el mero acto físico de fornicar. Es decir, explicaba que ella veía el porno como una conexión profunda e íntima entre las personas, y una forma de relacionarse con los demás y de conocerse a sí misma. Concluía diciendo que estaba lejos de ser la mejor intérprete o folladora del negocio, puesto que su propósito era distinto: adentrarse en los aspectos psicológicos de la intimidad y el sexo.
Así es la mirada reflexiva de Christa Walker, conocida como Dana Vespoli en el mundillo, que ya desde joven revelaba su carácter inquieto y estudioso. De hecho, obtuvo el Bachelor of Arts en la universidad, concretamente en la rama de literatura comparada. Pero tras graduarse, Dana se trasladó a Los Ángeles, donde consiguió trabajo como editora en unos estudios de cine porno. Antes, ya había hecho sus pinitos como estríper para conseguir algo de dinero, dada su belleza y su espléndido físico.
En Los Ángeles incluso seleccionó actrices para actuar en películas porno, y aprendió todos los detalles de los rodajes hasta decidir saltar al ruedo pornográfico a los 31 años, revelándose como una fiera sexual. 585 escenas como actriz porno y 244 como directora —hasta la fecha— evidencian su largo idilio con la industria pornográfica. De hecho, en su faceta de actriz (2003 – 2020) hay pocas prácticas sexuales que no haya explorado, como podemos contemplar a continuación.
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