Desde hace años cuando uno echa un vistazo a algunas listas de las pornstars españolas más talentosas de todos los tiempos siempre aparece una a la que se tiende a catalogar de la típica profeta lejos de su tierra, la típica profesional que tuvo que abandonar su país para que se reconociese su calidad.
Se trata de la espectacular Bella-Maria Wolf, una guapísima y escultural morena que trabajó en la industria entre 2002 y 2004 y que quedó en el recuerdo de muchos por su forma de actuar errática y brutal, cabalgando pollas con una ferocidad que casi asustaba, evidenciando que se tomaba algo antes de los rodajes o que era una ninfómana de primera categoría.
En todas las bases de datos Bella-Maria Wolf consta como nacida en Barcelona, España, aunque todos sus rodajes fueron en Norteamérica y nadie en el porno europeo parecía conocerla de nada. El motivo es el más evidente: Bella no es española y es probable que ni siquiera haya estado jamás en España. El auge de las latinas le ayudó a refugiarse y a esconder su identidad para trabajar en el sector con más discreción, pero lo cierto es que Bella-Marie es en realidad canadiense, se llama Tina Farag-Levi, nació en diciembre de 1981 en el hospital general McKellar de Thunder Bay, en Ontario, y vivió su niñez y adolescencia allí.
No se sabe nada de cómo llegó al porno ni en qué circunstancias decidió abandonarlo, pero ahora su vida es muy diferente. Su cuerpo atlético parece que era fruto del deporte, y ese fue el camino que tomó después de su aventura sexual: ahora Bella se hace llamar Francesca «Frankie» Zappitelli y es una afamada luchadora de wrestling profesional, carrera que además combina con sus estudios de nutrición y su profesión paralela como profesora de fitness, actriz y productora.
Más de una década después de su retirada del porno, nada en sus redes sociales o su web oficial señalan su pasado como pornstar, aunque un rápido vistazo a su perfil en IMDB corrobora una vida anterior que, sea como sea, no le ha lastrado a la hora de hacer carrera en otros ámbitos.
Y ahora veamos cómo ha cambiado.
Antes
(Atentos al minuto 11:00)
Después
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