Ahora ya empieza a disiparse aquella oleada de pornstars jovencitas y extremadamente bajas en estatura que lideró Piper Perri hace unos años y a la que siguieron varios ejemplos de talla parecida que además las productoras tendían a emparejar con tipos corpulentos, para que el contraste fuese lo más vistoso posible. Lo que nunca había pensado es que este fenómeno se produjo casi exclusivamente en Norteamérica, y que no hubo representantes europeas de esa tendencia… hasta ahora. La pasada primavera debutó una chica húngara de edad desconocida pero que, además de ser esbelta, medía 1,42 de estatura; literalmente no llegaba al metro y medio. La chica se hace llamar Mini Vanilli (bastante gracioso el nombre artístico, si me preguntan) y solo ha rodado media docena de escenas entre abril y mayo, así que es probable que no tenga pensado volver a trabajar en el porno y se convierta en una one hit wonder, pero que nos quiten lo disfrutado.
Bola extra: el inolvidable Piper Perri vs. Dredd
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